miércoles, 16 de junio de 2010

Mal olor al alma…

Ojala tu indiferencia fuera odio,
que hubiera dejos de venganza en mi contra
palabras llenas de amargura
y miradas de rencor encarnado.

Que tu desprecio matutino
se tornara en lecciones
llenas de guantes blancos,
y que tus silencios nocturnos
no se sirvieran con café helado.

Ojala
tus demonios se extraviaran por un momento,
y las miserias de mi historia
nos hicieran menos daño.

Que te llenaras de equilibrio,
y en el justo balance de la vida
descubrieras los detalles que nunca viste,
las miradas que esquivaste,
y te toparas con el tú…
… Que decidiste nunca ser conmigo.

Ojala la lluvia
dejara de vivir permanentemente en tu cabeza.

Que entendieras que nos queda poco tiempo,
y que a la inercia de las oportunidades
le gusta permanecer dormida.

Que las lagrimas de ira
son de acido y vinagre…
…Y que nutrir un corazón podrido
le deja mal olor al alma.