jueves, 27 de enero de 2011

Desde tu sombra....


A veces los días son imperfectos,
las soledades evidentes,
la noche amarga
y el vino viejo.

La saliva cambia su temperatura
y la lluvia se detiene en tu mirada.

A veces las historias se equivocan
y las noches se te vacían,
te topas con besos equivocados
y se te escurren las estrellas
entre los dedos.

Cambias el color de tus andanzas,
destilas melancolía.

A veces los momentos se te fugan,
la yugular de la vida se te dilata,
las ideas se aglutinan
y las miserias se vuelven evidentes.

Los silencios se te atoran en la garganta
y las manías te mantienen cuerdo.

A veces la conciencia duerme inconciente
y la moral se avienta por la ventana.
Te enredas en tú peor fantasía
y te arde un poco el alma.

Se te desnuda el corazón
y te bebes la razón de un sorbo.

A veces te comen los pensamientos,
se te marchitan las esperanzas,
se te deshoja la vida
te desterras a alguna galaxia

Mantienes la cabeza estéril
y desde tu sobra te avientas.

martes, 25 de enero de 2011

Relojes caminando….


Habemos historias
que funcionan más allá de razón y lógica,
que se encuentran un día
sin mayor profundidad
ni algarabía,
Y solo por magia… Suceden.

Hay líneas que se escriben en papeles momentáneos,
que tejen historias en franca circulación
sin arrebatos y con horas de vuelo.
Trazos donde nos leemos a tiempo
y nos disfrutamos a contratiempo.

Pasados idénticos,
llenos de diferencias absolutas.
Encuentros en miradas
que te invitan a desaparecer por horas,
ideas de papel calca en la memoria
y un nosotros
atinado en páginas
de libros ya cerrados.

Historias que van vibrando mientras se escriben
y buscan olvido
en el cobijo de nuevas letras.

Nos creamos y desdibujamos
por que, - grosso modo-
nos gusta existir
y nos negamos a permanecer…

…A pesar de que la permanencia es casi involuntaria.
Habemos historias que sólo suceden,
vida que te llega de la nada.
inspiración que te corta la rutina
y te muestra horizontes desconocidos.

Oportunidades que se vuelven un as bajo la manga,
letras que se van encontrando,
sincronías.
Relojes caminando,
manecillas circulando.

Anécdotas que guardan silencio,
que ocurren entre el tiempo de los mortales
y que nosotros, entre sonrisas cómplices,
almacenamos como historias
que simplemente suceden.
Como silencios fugaces,
como sonrisas eternas.

Habemos historias etéreas
que sólo van ocurriendo
y sorprenden mientras transcurren.
Que solicitan tan poco,
que uno simplemente da
de manera inconsciente.

Que caminan a su propio paso,
que se disfrutan,
que fluyen con naturalidad…

… Que van creciendo, de manera involuntaria.

lunes, 17 de enero de 2011

Madrugadas solitarias....


Un día,
el menos planeado
y sin mucho alboroto,
me vas a buscar en tu memoria
entre las anécdotas
que te bebiste una noche
y los recuerdos
que decidiste amortiguar en el vacío.

Vas a encontrar mi sonrisa en tus labios
y nuestras miradas cómplices
aparecerán en oscuridades
que habías olvidado que existían.

Un día cualquiera,
mientras tu vida
sólo este sucediendo,
voy a aparecer en el aire
y las dudas de mi esencia
te harán buscarme entre la gente.

Borbotones de recuerdos
veras salir de tus entrañas
y desde tú silencio,
(aún más profundo que el mío)
sabrás que extrañas
las anécdotas fugaces,
los momentos contundentes.

Un día,
Encontrarás palabras en tu boca
Que inventamos juntos,
Y te toparás
con madrugadas solitarias
que solías llenar con mi voz.

Notarás
que tú entorno sigue siendo el mismo,
que las cosas no cambiaron entonces
y sin embargo, por una fracción de tiempo,
sentirás un vacío inminente.

Cuando llegue ese día,
el menos planeado
y sin mucha algarabía,
serás honesto con la vida.
Harás un repaso mío en tu mente,
Detendrás tú universo un momento,
encontrarás una sonrisa mía en tus labios…

…Y la mantendrás en ti por siempre.

miércoles, 12 de enero de 2011

Abrazo sumergido....


Podría inventar
todos los sueños del mundo
Y regalártelos.
Hacer de la magia
un acto de heroísmo constante
y de la música
un lugar imperdible
donde depositar tus labios.

Podría hacer de cada mañana
un universo distraído
explotando cientos de veces,
y de los atardeceres
podría robar los colores ocres
que acurrucan tus pensamientos.

Podría lograr que volaras
Cada solsticio,
Que las letras te sumergieran
Todas las noches,
Y que entendieras al calor
Como un estado de ánimo compartido,
Como un equilibrio constante
Como un abrazo sumergido.

Podríamos desaparecer
En este mismo instante.
Convertirnos
En la última respiración del mundo.
Ser el misterio prohibido
y el reflejo de lo oculto.
La luz que se pontifica….

…Y el rayo de la vida eterna.

lunes, 10 de enero de 2011

Caminante…


La última vez que te ví
llevabas la misma cara de confusión,
las palabras entrecortadas
y el entusiasmo por desaparecer
te corría por las venas.

Como antes
traté de detenerte,
de darte unas horas de paz,
de mostrarte
que el mundo era más
que la tragedia a la que estabas acostumbrado

Como siempre,
abandonaste mis intentos
con absoluta ironía,
y desapareciste en caminos
que ya habías andado.

La última vez
usabas la misma sonrisa forzada,
repetías conversaciones.
Buscabas respuestas que sabías no te daría
y te mantenías atrapado en tus realidades.

Escuchamos al atardecer irse,
y con la noche
ví ennegrecer tu mirada…

… Y también a tu conciencia.

En algún punto de la vida –dijiste -
descubriste que andar
era la forma más simple
de abandonar los recuerdos

Sin embargo,
(la última vez que te ví)
traías historias amarradas en los bolsillos
y anécdotas silenciosas
se te escurrían por los ojos.

Te ví jugar por horas
con tu viejo anillo,
que oxidado por la vida
se prendía a ti como amuleto.

La última vez que volviste
fuiste claro en tus confusiones.
Sabías bien
que una parte de las dudas
(la parte importante)
pernoctaría para siempre en tu cabeza.

Probaste el mate viejo
y guardaste silencio por horas.

La última vez que te ví
como antes, como siempre,
te hiciste a la vida
que es la que entiendes como propia
y te fuiste, caminante,
sin huellas ni rastros,
sin luces ni sombras.

domingo, 9 de enero de 2011

Te he visto morir de a poco...


Te he visto morir de a poco,
por las mañanas cortas flores
y deduces que a eso olerá la vida cuando dejes de estar.

Te inundas de café,
pues dicen que su aroma
Atrae a los espíritus del bosque
Y hacen que tu alma flote desprevenida
Horas antes de marcharte.

Te he visto
cuando te vas llenando de muerte
y coqueteas con la posibilidad de desaparecer.

Caminas aletargada
y extiendes los brazos
Buscando perder gravedad.
Imaginándote liviana,
Encontrándote distante.

Te he visto
seleccionando música,
escribiendo letras ocultas.

Perfeccionando tú recuerdo
en mentes ajenas
y dejando tu vida
en labios pasajeros.

Te he visto morir de a poco
una y otra vez
a través de los reflejos,
cuando pierdes la mirada…

… Cuando te encuentras en un espejo.